Cuando pensamos en salas de escape, es normal que nos imaginemos a jóvenes o a adultos tratando de resolver un misterio en un corto período de tiempo. Pero ¿Sabías que los niños de hasta 3 años también pueden participar en estos juegos y que, de hecho, estarán rogando por repetir la experiencia?
Es verdad, los juegos de escape nacieron fuera de la escuela como experiencias divertidas, pero también encajan en el camino de la formación y la enseñanza. Y si bien cómo fomentar el aprendizaje en un Escape Room puede ser un enigma para mucha gente, las partidas que se llevan a cabo en los entornos educativos están orientadas a aprender.
Los alumnos participan activamente junto con su maestro y con pequeños grupos que trabajan para resolver puzles y acertijos con la finalidad de aprender, mientras se divierten. La pregunta es ¿cómo fomentar el aprendizaje en un Escape Room? Es precisamente en este punto en el que queremos ahondar.
La entrada de los juegos de escapismo en el entorno educativo
Índice de contenidos
Aprender jugando es efectivo y divertido, no solo para los más pequeños sino también para los jóvenes. Por este motivo, el Escape Room ha entrado en las aulas como una auténtica metodología de enseñanza que se ha ido consolidando poco a poco en los últimos 10 años.
El juego en equipo, en particular, desarrolla poderosamente las habilidades sociales, porque compacta los componentes para un objetivo común y requiere la capacidad de comparar, escuchar, negociar y evaluar. Se presenta, además, una interacción constructiva que excluye la dinámica de la prevalencia de un sujeto (el profesor) sobre los demás y fomenta la colaboración entre los participantes, que tienen tareas distintas pero funcionales.
El Escape Room es, por tanto, una aventura para vivir juntos, poniendo a los estudiantes a prueba y hacer que se centren en un objetivo. Los profesores que suelen realizar esta actividad en el aula plantean que los efectos de esta experiencia en los alumnos, puede resumirse en 5 palabras claves: aprendizaje, lógica, diversión, motivación, inclusión.
Te contamos cómo fomentar el aprendizaje en un Escape Room
Cómo fomentar el aprendizaje en un Escape Room no es muy difícil realmente, los profesores pueden integrar cualquier área temática en un juego de escapismo. El propósito de la aventura es que los estudiantes piensen al mismo tiempo que se divierten.
En otras palabras; que analicen críticamente los acertijos y propongan ideas y soluciones sin que su maestro les indique dónde mirar o qué leer, algo que les permite liberar de presión y sentirse más cómodos. Los juegos en los entornos educativos pueden tomar solo cinco minutos hasta 45 minutos (en el caso de partidas más complicadas).
A continuación os enseñamos cómo fomentar el aprendizaje en un Escape Room
Trazar objetivos educativos y didácticos
Probar a los alumnos a través de los juegos de escapismo les permite desarrollar habilidades de resolución de problemas. Ya que para progresar no es necesario buscar información para estudiarlas y aprenderlas, sino que resulta fundamental encontrar las respuestas correctas a problemas no triviales y desafiantes.
Eso sí, el diseño del juego debe realizarse en base a objetivos educativos y didácticos. Todo para que los alumnos desarrollen la habilidad de resolver este tipo de desafíos usando la lógica, el rigor, la atención al detalle y, en general, la cooperación y el pensamiento lateral. Especialmente porque cada alumno aporta sus recursos cognitivos y no solo sus conocimientos disciplinarios.
En los entornos de aprendizaje, los juegos de escape siempre han de hacerse en equipo. Además de las ya conocidas habilidades sociales de aprendizaje cooperativo, trabajo grupal, colaboración y espíritu de equipo, existen habilidades potenciadas por la sana competencia que aprovecha la creatividad de todos.
La respuesta a cada pregunta debe ser única, por lo que el grupo debe negociar y evaluar entre diferentes opciones. La actividad tiene que ser muy inclusiva, dado que no se trata solo de lógica matemática, sino también de intuición, espacialidad y atención al detalle.
Puzles y enigmas sencillos
Tener conocimientos sobre cómo fomentar el aprendizaje en un Escape Room es fundamental para alcanzar los objetivos planteados anteriormente. He aquí la importancia de diseñar puzles y enigmas fáciles que realmente promuevan la enseñanza.
Veamos algunos ejemplos parar lograr los objetivos:
- Para los estudiantes más pequeños, por ejemplo, se pueden realizar puzles que los obliguen a completar tareas, como proporcionar sonidos de letras iniciales a las imágenes, usar una linterna ultravioleta para descubrir números ocultos o poner objetos en orden por un atributo específico.
- Para los alumnos que aún no saben leer, algunas pistas digitales pueden ser muy útiles, como la opción de una grabación para que los estudiantes escuchen las letras.
- Para los estudiantes de grados mayores, los acertijos pueden implicar que resuelvan ecuaciones matemáticas, pongan palabras en orden alfabético, lean y analicen un gráfico o usen un cifrado para decodificar una palabra.
La evaluación
El profesor que diseñó el Escape Room puede optar por premiar a los grupos basándose únicamente en el orden de llegada a la meta, pero esto no mejora suficientemente el recorrido y puede elevar el nivel de competitividad en un sentido positivo o negativo.
Se supone que el docente conoce a sus alumnos, por lo que puede pensar que el orden de llegada a la meta no es el único elemento de evaluación. Una tarea para los estudiantes puede ser preparar las “ayudas”. Es decir, realizar sesiones cortas de ayuda para resolver los puzles que, además, serán recordadas por los alumnos.
Reflexión
Cómo fomentar el aprendizaje en un Escape Room implica también hacer una reflexión sobre lo aprendido y cómo la dinámica del juego puede aportar otros elementos para verificar el logro de los objetivos educativos y disciplinares. Una discusión sobre cómo llegó cada equipo a la resolución de los desafíos, también puede ser una contribución importante a la evaluación.
Conclusiones
Diseñar y jugar un Escape Room es una actividad innovadora en las escuelas de España, además, se puede implementar en todas las edades. Es, por tanto, una estrategia que puede facilitar la motivación del aprendizaje a través de desafíos.
En estos juegos, los estudiantes deben trabajar en equipo y usar su razonamiento y habilidades mentales, para resolver desafíos relacionados con el contenido del plan de estudio. Los profesores que, por tanto, sepan cómo fomentar el aprendizaje en un Escape Room, obtendrán resultados cuantitativos a través de una mejora significativa en el rendimiento académico y el clima del aula. Incluyendo también una mejor puntuación en las conductas prosociales y antisociales.